Refraneros -todos-
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Refraneros -todos-
Cuando el río suena
Ojos escondidos tras los ventanales,
paredes que escuchan sin ser advertidas,
bocas acechando idas y venidas,
frías como el alma de ocultos cristales.
Siempre con la excusa de altos ideales,
las bajas pasiones brotan pervertidas;
buscando su presa entre ajenas vidas,
manan en cascada veneno a raudales.
Cuando el río suena, dicen que agua lleva,
¿y qué pasaría si fuera vacío
con todo ese lodo de miseria impío?
¿Quién puede limpiarlo?, ¿dónde está la prueba
de la inexistencia?, ¿cómo lavaremos
los falsos pecados que no cometemos?
Artesana, 10-7-16
Nunca llueve a gusto de todos
Frío y calor les producen sofoco.
Si es el otoño se quejan del día;
la primavera sin lluvias, tampoco,
mas si se mojan prefieren sequía.
Se indispondrán por cualquier neumococo,
y en el invierno tendrán pulmonía,
pero al verano dirán que el siroco
los descontrola peor todavía.
Todos lo sacan de tema, por leve,
para evitar la tensión del momento
cuando callar se les haga violento
sin importarles que escampe o que nieve,
pues con el tiempo se está descontento
porque del gusto de todos ni llueve.
Artesana, 23-6-16
Ir por lana y volver trasquilado
No es vanidad y orgullo solamente,
tantas letras de apoyo desmedido
o las loas de tono inconsecuente
le dejan el cerebro confundido.
Se dirige de forma displicente
a cualquiera que ofenda su ego herido,
y nada le parece suficiente
al lado de su verbo distinguido.
Sintiéndose poeta laureado,
cada vez que sus letras no regalas,
atacará creyéndose atacado,
mas puede que sin lana y trasquilado
se vea si pretende por las malas
ganar lo que sus versos no han ganado.
Artesana, 3-6-16
A las duras y a las maduras
Por las calles los gritos de la gente
se entremezclan repletos de contento,
celebrando los goles del evento
sin sentir el dolor de su oponente.
La victoria debiera ser clemente,
mas ensalza al equipo preferido
y se olvida implacable del vencido,
que pretende su aliento inútilmente.
El destino de nuevo ofrece miel,
la afición entusiasta y colorida
se desvive en la gloria conseguida,
pero todos tomaron antes hiel,
porque nada se obtiene a las maduras
sin haberse enfrentado con las duras.
Artesana, 29-5-16
Más sabe el demonio por viejo...
Es el ego la luz de la creación;
mas, si envuelve a la mente su carcasa,
la musa sus defensas no traspasa
cortando la mejor inspiración.
La constancia enriquece cada don,
y el empecinamiento los arrasa;
como un pesado fardo, nos retrasa
en la senda de la superación.
Los diablos saben mucho más por viejos
y porque pueden ver el bien y el mal;
acepta la experiencia y los consejos
de quien mezcle la arena con la cal,
pues no quiere que logres llegar lejos
quien te llena de halagos el costal.
Artesana, 23-5-16
El dedo en la llaga
Solo en mi presencia callan los murmullos
que entran sigilosos por todas las puertas,
y abren las palabras a los ojos suyos,
llenos de prejuicios sobre cosas ciertas.
No dejo ventanas, grietas ni resquicios
para sus miradas. Rodeada de engaño,
parezco la presa de sus maleficios
mientras todo el mundo se va haciendo extraño.
Con su estéril dedo buscan la razón,
hurgan en la herida, qué sabrá la gente
dónde está la llaga de mi corazón,
si llora, si ríe, si finge o si miente...,
qué sabrán los otros fuera de esta casa,
cuando ni yo misma sé lo que le pasa.
Artesana, 22-5-16
Quien hace un cesto hace ciento
Quien hace una vez un cesto hace ciento;
no debes fiarte de aquel que te hace
daño, pero luego viene y se deshace
en una caterva de elogios sin cuento.
Con miles de excusas, todas peregrinas,
se disculpará de sus sinrazones,
aunque ha de volver a las aversiones
antes, mucho antes, de lo que imaginas.
Cuando en tus asuntos estés más confiada,
volverá a la carga si así le interesa,
para repetir igual la jugada;
y la misma ofensa que tanto te pesa
la tendrás de nuevo, mas multiplicada,
porque de su odio siempre serás presa.
Artesana, 28-4-16
Matar la gallina de los huevos de oro
Es la tierra la playa anacarada
bajo la espuma blanca en el verano,
cuando azulada llega desde el mar
la brisa acariciante de la vida.
Son la tierra los ocres del otoño
pintados por la muerte de las hojas,
que se van blanqueando lentamente
con la nieve en los fríos invernales.
Y es la tierra la luz de primavera,
radiante hasta que el velo de la noche
da tregua a las criaturas para el sueño.
¿Mataremos quizá tanta hermosura
sacando sus riquezas de una vez
sin respetar el ritmo de sus ciclos?
Artesana, 17-5-16
Zapatero a tus zapatos
En la vida ten prudencia, busca a quienes con solvencia
puedan aumentar tus dones, pero aleja a los chupones
que ocultan sus intenciones entre absurdas pretensiones
y, a costa de tu inocencia, cuelan su falsa sapiencia.
Además de inteligencia, se necesita la ciencia;
cuídate de los novatos dando consejos baratos
o de falsos literatos sin pretensiones ni datos.
De la forma más rotunda, niégate a que se difunda
tanta inventiva infecunda, diciendo a quien te confunda
con sus cuentos insensatos: "Zapatero a tus zapatos".
Artesana, 7-5-16
La paja en el ojo ajeno
Cuando suena el clarín de la verdad,
siempre habrá algún sensible que se pique,
y reviente como un airado dique,
agrietado por la parcialidad.
Nadie quiere enfrentarse a su maldad;
llevamos en las venas un cacique,
furioso cuando alguno le replique
o le muestre la dura realidad.
Con la estrecha ilusión de nuestro ser,
percibimos, henchidos de veneno,
de paja rebosante el ojo ajeno.
Juzgamos a los otros sin saber
-pues la soberbia impide a veces ver-
que el propio puede estar de vigas lleno.
Artesana, 5-5-16
Yo me lo guiso, yo me lo como -blanco-
Mensaje Artesana el Jue 14 Abr 2016 - 13:49
Yo me lo guiso, yo me lo como
Este país organizó las fallas
para que ardiesen los abusos viejos
aunque persistan por doquier algunos
que los releven sin mostrar asombro.
Pueden estar en playas de postín
o en los despachos donde te pervierten,
ya ni mendigan ni se ponen hábitos
y si los prenden fingirán sin más.
No hay quien nos libre de esta plaga atroz,
parasitaria del mortal pardillo,
pues, desde el tiempo de los cromañones,
con ellos vemos progresar al útil.
Así que me lo guiso siempre sola,
y me como lo mío desde niña.
Artesana, 13-4-16
Quien no sepa rezar métase en la mar
Las olas, que en la orilla son poesía
con su espuma de encaje inmaculado,
a bordo te condenan al airado
vaivén de su incansable letanía.
Se sienten cuando ya se muere el día,
agitando al recuerdo más amado,
pues adentro del cuerpo fatigado,
sigue al pairo la eterna melodía.
No devuelven las olas una presa,
y el luto deja un hueco en cada hogar
cuando un barco a su muelle no regresa.
Quien no reza no estuvo en alta mar...,
si se ennegrece el manso azul turquesa,
solo el Cielo lo puede dominar.
Artesana, 4-4-16
El pez grande se come al chico
Incansable navega el tiburón
por los mares retóricos del mundo;
sus astucias recorren lo profundo
de las simas del alma y la razón.
Pececillos incautos todos son
para su hambre de escualo furibundo,
satisfecha en el líquido fecundo
donde nada la ajena inspiración;
pues a aquel que, sin miedo a su avidez,
trabajando del orto hasta la aurora,
le disputa su sitio en esta tierra
al final se lo come como al pez,
porque el grande al pequeño lo devora
en la paz, los negocios o la guerra.
Artesana, 13-3-16
Dos caras
Son seres con un solo pensamiento
y dos caras que ocultan su ego insano;
no entienden ni de amigo ni de hermano,
mirando por el propio rendimiento.
Pueden traer la calma como el viento,
el frío de las nieves o el verano,
pues saben "llevar fuego en una mano
y agua en la otra" sin remordimiento.
No sabes su cabeza lo que piensa
mientras tejen su red de falsedad
para lograr alguna recompensa.
Entremezclando pena y vanidad,
nos tienen confundidos sin defensa
a merced de su indigna voluntad.
Artesana, 11-3-16
Ojos escondidos tras los ventanales,
paredes que escuchan sin ser advertidas,
bocas acechando idas y venidas,
frías como el alma de ocultos cristales.
Siempre con la excusa de altos ideales,
las bajas pasiones brotan pervertidas;
buscando su presa entre ajenas vidas,
manan en cascada veneno a raudales.
Cuando el río suena, dicen que agua lleva,
¿y qué pasaría si fuera vacío
con todo ese lodo de miseria impío?
¿Quién puede limpiarlo?, ¿dónde está la prueba
de la inexistencia?, ¿cómo lavaremos
los falsos pecados que no cometemos?
Artesana, 10-7-16
Nunca llueve a gusto de todos
Frío y calor les producen sofoco.
Si es el otoño se quejan del día;
la primavera sin lluvias, tampoco,
mas si se mojan prefieren sequía.
Se indispondrán por cualquier neumococo,
y en el invierno tendrán pulmonía,
pero al verano dirán que el siroco
los descontrola peor todavía.
Todos lo sacan de tema, por leve,
para evitar la tensión del momento
cuando callar se les haga violento
sin importarles que escampe o que nieve,
pues con el tiempo se está descontento
porque del gusto de todos ni llueve.
Artesana, 23-6-16
Ir por lana y volver trasquilado
No es vanidad y orgullo solamente,
tantas letras de apoyo desmedido
o las loas de tono inconsecuente
le dejan el cerebro confundido.
Se dirige de forma displicente
a cualquiera que ofenda su ego herido,
y nada le parece suficiente
al lado de su verbo distinguido.
Sintiéndose poeta laureado,
cada vez que sus letras no regalas,
atacará creyéndose atacado,
mas puede que sin lana y trasquilado
se vea si pretende por las malas
ganar lo que sus versos no han ganado.
Artesana, 3-6-16
A las duras y a las maduras
Por las calles los gritos de la gente
se entremezclan repletos de contento,
celebrando los goles del evento
sin sentir el dolor de su oponente.
La victoria debiera ser clemente,
mas ensalza al equipo preferido
y se olvida implacable del vencido,
que pretende su aliento inútilmente.
El destino de nuevo ofrece miel,
la afición entusiasta y colorida
se desvive en la gloria conseguida,
pero todos tomaron antes hiel,
porque nada se obtiene a las maduras
sin haberse enfrentado con las duras.
Artesana, 29-5-16
Más sabe el demonio por viejo...
Es el ego la luz de la creación;
mas, si envuelve a la mente su carcasa,
la musa sus defensas no traspasa
cortando la mejor inspiración.
La constancia enriquece cada don,
y el empecinamiento los arrasa;
como un pesado fardo, nos retrasa
en la senda de la superación.
Los diablos saben mucho más por viejos
y porque pueden ver el bien y el mal;
acepta la experiencia y los consejos
de quien mezcle la arena con la cal,
pues no quiere que logres llegar lejos
quien te llena de halagos el costal.
Artesana, 23-5-16
El dedo en la llaga
Solo en mi presencia callan los murmullos
que entran sigilosos por todas las puertas,
y abren las palabras a los ojos suyos,
llenos de prejuicios sobre cosas ciertas.
No dejo ventanas, grietas ni resquicios
para sus miradas. Rodeada de engaño,
parezco la presa de sus maleficios
mientras todo el mundo se va haciendo extraño.
Con su estéril dedo buscan la razón,
hurgan en la herida, qué sabrá la gente
dónde está la llaga de mi corazón,
si llora, si ríe, si finge o si miente...,
qué sabrán los otros fuera de esta casa,
cuando ni yo misma sé lo que le pasa.
Artesana, 22-5-16
Quien hace un cesto hace ciento
Quien hace una vez un cesto hace ciento;
no debes fiarte de aquel que te hace
daño, pero luego viene y se deshace
en una caterva de elogios sin cuento.
Con miles de excusas, todas peregrinas,
se disculpará de sus sinrazones,
aunque ha de volver a las aversiones
antes, mucho antes, de lo que imaginas.
Cuando en tus asuntos estés más confiada,
volverá a la carga si así le interesa,
para repetir igual la jugada;
y la misma ofensa que tanto te pesa
la tendrás de nuevo, mas multiplicada,
porque de su odio siempre serás presa.
Artesana, 28-4-16
Matar la gallina de los huevos de oro
Es la tierra la playa anacarada
bajo la espuma blanca en el verano,
cuando azulada llega desde el mar
la brisa acariciante de la vida.
Son la tierra los ocres del otoño
pintados por la muerte de las hojas,
que se van blanqueando lentamente
con la nieve en los fríos invernales.
Y es la tierra la luz de primavera,
radiante hasta que el velo de la noche
da tregua a las criaturas para el sueño.
¿Mataremos quizá tanta hermosura
sacando sus riquezas de una vez
sin respetar el ritmo de sus ciclos?
Artesana, 17-5-16
Zapatero a tus zapatos
En la vida ten prudencia, busca a quienes con solvencia
puedan aumentar tus dones, pero aleja a los chupones
que ocultan sus intenciones entre absurdas pretensiones
y, a costa de tu inocencia, cuelan su falsa sapiencia.
Además de inteligencia, se necesita la ciencia;
cuídate de los novatos dando consejos baratos
o de falsos literatos sin pretensiones ni datos.
De la forma más rotunda, niégate a que se difunda
tanta inventiva infecunda, diciendo a quien te confunda
con sus cuentos insensatos: "Zapatero a tus zapatos".
Artesana, 7-5-16
La paja en el ojo ajeno
Cuando suena el clarín de la verdad,
siempre habrá algún sensible que se pique,
y reviente como un airado dique,
agrietado por la parcialidad.
Nadie quiere enfrentarse a su maldad;
llevamos en las venas un cacique,
furioso cuando alguno le replique
o le muestre la dura realidad.
Con la estrecha ilusión de nuestro ser,
percibimos, henchidos de veneno,
de paja rebosante el ojo ajeno.
Juzgamos a los otros sin saber
-pues la soberbia impide a veces ver-
que el propio puede estar de vigas lleno.
Artesana, 5-5-16
Yo me lo guiso, yo me lo como -blanco-
Mensaje Artesana el Jue 14 Abr 2016 - 13:49
Yo me lo guiso, yo me lo como
Este país organizó las fallas
para que ardiesen los abusos viejos
aunque persistan por doquier algunos
que los releven sin mostrar asombro.
Pueden estar en playas de postín
o en los despachos donde te pervierten,
ya ni mendigan ni se ponen hábitos
y si los prenden fingirán sin más.
No hay quien nos libre de esta plaga atroz,
parasitaria del mortal pardillo,
pues, desde el tiempo de los cromañones,
con ellos vemos progresar al útil.
Así que me lo guiso siempre sola,
y me como lo mío desde niña.
Artesana, 13-4-16
Quien no sepa rezar métase en la mar
Las olas, que en la orilla son poesía
con su espuma de encaje inmaculado,
a bordo te condenan al airado
vaivén de su incansable letanía.
Se sienten cuando ya se muere el día,
agitando al recuerdo más amado,
pues adentro del cuerpo fatigado,
sigue al pairo la eterna melodía.
No devuelven las olas una presa,
y el luto deja un hueco en cada hogar
cuando un barco a su muelle no regresa.
Quien no reza no estuvo en alta mar...,
si se ennegrece el manso azul turquesa,
solo el Cielo lo puede dominar.
Artesana, 4-4-16
El pez grande se come al chico
Incansable navega el tiburón
por los mares retóricos del mundo;
sus astucias recorren lo profundo
de las simas del alma y la razón.
Pececillos incautos todos son
para su hambre de escualo furibundo,
satisfecha en el líquido fecundo
donde nada la ajena inspiración;
pues a aquel que, sin miedo a su avidez,
trabajando del orto hasta la aurora,
le disputa su sitio en esta tierra
al final se lo come como al pez,
porque el grande al pequeño lo devora
en la paz, los negocios o la guerra.
Artesana, 13-3-16
Dos caras
Son seres con un solo pensamiento
y dos caras que ocultan su ego insano;
no entienden ni de amigo ni de hermano,
mirando por el propio rendimiento.
Pueden traer la calma como el viento,
el frío de las nieves o el verano,
pues saben "llevar fuego en una mano
y agua en la otra" sin remordimiento.
No sabes su cabeza lo que piensa
mientras tejen su red de falsedad
para lograr alguna recompensa.
Entremezclando pena y vanidad,
nos tienen confundidos sin defensa
a merced de su indigna voluntad.
Artesana, 11-3-16
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