TODOS LOS POEMAS
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TODOS LOS POEMAS
Flores gaditanas
Sembrados al susurro del levante
salado de las costas gaditanas,
los rojos del geranio en las ventanas
agitan su mensaje penetrante.
El cielo de mi tierra, deslumbrante,
florece componiendo filigranas
de azules y caléndulas serranas
que marcan la derrota al navegante.
Se van entristecidas las gaviotas
al mar donde monótonos fulgores
añoran los matices de este olor.
Verán las maravillas más remotas,
mas nunca encontrarán sobre otras flores
la suma de su aroma y su color.
Artesana, 5-3-17
En la calleja
Las chirigotas cantan por la estrecha calleja,
mas detienen sus coplas enfrente del convento
donde tiene la virgen su humilde monumento
para aunar una salve delante de la reja.
Uno encomienda al hijo, el otro a su pareja...,
pues siempre hay quien se acerca a sus plantas sediento
de amparo ante la inquina, lo injusto y lo violento,
o a implorarle a los Cielos alivio de una queja.
Sus rotas voces suenan con mimo y embeleso,
atrás dejan las letras procaces, dando un giro,
y el carnaval florece de la Señora preso.
«¡Gaditana Bonita, con esta me retiro!»,
le dicen mientras brota de su tanguillo un beso;
y Ella, Carnavalera, musitará un suspiro.
Artesana, 3-2-16
..........................................
EN LA CALLEJA
Media noche. La luna a la calleja
enjabelga. La tapia de un convento
de una vera. Sobre ella, monumento
de soledá, un ciprés lanza á una reja
su sombra, en la que envuelta una pareja
consumiéndose. El mozo está sediento
y ella siente en los hierros el violento
batir del corazón. Cruza una queja
alada el aire y quiebra el embeleso
de los amantes. Vuela en roto giro
un murciélago. «No, me tienes preso!»
«Pues bien, adiós, mi Dios, ya me retiro!»
Rompe el silencio un redoblado beso;
luego unos pasos lentos y un suspiro.
Miguel de Unamuno
La tumba de agua y sal
La mar se hace recuerdo que en la memoria flota
guardada en los adentros, sentida gota a gota.
No es una sensación, es su cadencia externa
agitando mi sangre como una fuerza interna.
Sus olas a distancia me inundan la sustancia
con espuma de encajes y salitre fragancia,
penetran las rendijas de las evocaciones
y, maternales, llegan por sus ondulaciones
hasta los recovecos de cada pensamiento,
procurándome alivio, mas también, sufrimiento
porque sin la presencia de su fluir constante
se secan mis humores al cálido levante.
Mar de la blanca cuna, mar de eternas negruras,
que me va dirigiendo sin pausas ni premuras
del Cádiz del principio al Cádiz del final,
cuando los ríos lleven mis gastadas amuras
al muelle donde aguarda la tumba de agua y sal.
Artesana, 18-7-15
Cádiz
Con los recuerdos vienes,
con los años te alejas,
aunque, en cada paisaje,
quiero encontrar tu esencia.
Revivo tus azules,
los blancos o el turquesa
del mar que ha diluido
mis veinte primaveras.
Si las grises nostalgias
desatan sus mareas,
siento un rincón seguro
sobre tu fina arena.
A ti señala el viento
que da empuje a mis velas,
pues sabe que algún día
serás mi patria eterna,
cuando de la fortuna
se pare al fin la rueda,
y vuelva siendo polvo
al polvo de tu tierra.
Artesana, 18-7-14
El pueblo de Cádiz
El gaditano acoge amablemente
al forastero de intención afable,
pues su trato es sincero y complaciente
porque es de sentimientos amigable.
Es alto, enjuto, irónico, valiente,
da respeto y se siente respetable,
aunque todo lo sabe ver tintado
con la "guasa" que el tiempo le ha dejado.
La gaditana, que es inteligente,
guapa y fina, parece vulnerable,
mas no hay quien -ni tampoco quien lo intente-,
domine a esta mujer indomeñable
ni quien o por levante o por poniente
invada esta ciudad inexpugnable.
Aquel que por las malas lo ha intentado
se ha vuelto a su país descalabrado.
Artesana, 29-6-14
Recuerdos de Semana Santa
En los días lejanos del tiempo de la infancia,
cuando todo se graba por dentro y la Pasión
era palmas rizadas de ingenua devoción,
los lutos cuaresmales quedaban a distancia.
Recuerdo que hasta el viento medía su arrogancia,
fervoroso amainaba frente a la procesión
y, en tanto las horquillas pasaban con su son,
perfumaba a la Virgen de marina fragancia.
Hoy de nuevo la plata se hará mantón bordado,
caminará María mientras la luna irisa
la lágrimas dolientes de sus ojos serenos.
¡Ay, Cádiz!, calle Ancha varada en el pasado,
gaviota tierra adentro, me pierdo sin la brisa
que mece al sur los pasos de nuestros Nazarenos.
Artesana, 17-4-14
El escudo de San Fernando
Donde hay dunas, esteros y salinas;
allí, donde llegado del oriente
como el sol por las aguas cristalinas,
en busca de Gerión, el más valiente
hizo de fuerzas uso
cuando la tierra el paso le cortó,
y las columnas míticas alzó.
Allí donde del mundo el confín puso
y, abriendo dos peñones,
uniera mar con mar
separando del Hacho a Gibraltar;
allí está su castillo en San Fernando
y, con sus dos columnas ondeando,
el lema, "unión y fuerza", en los blasones.
Artesana, 21-12-13
Cádiz
Los sitios de la infancia
le ponen referencias a mi mundo:
La Camelia, El Anteojo y los helados
de Los Italianos. A distancia
aromas y sabores
de los felices días ya pasados,
pero nunca olvidados,
pues son luz de vivencias posteriores
como una llama eterna en duermevela
que quita de la vida los temores.
La imagen de los ojos de una niña,
nacida bajo el sol de la Victoria
y ungida con la sal del carnaval,
porque al fin las verdades de mi historia
son la letra vital
de mi propio camino,
cantadas por el coro del destino
entre las plazoletas de mi Cádiz.
Artesana, 15-10-13
Cádiz
Voy para Cádiz en talgo dormida,
sueño en el rico tocino de cielo,
dulce de yema con un caramelo
suave y untoso que a mí me encandila.
Llega el olor de la mar presentida
hasta las vías trayendo el revuelo
de las gaviotas buscando en el suelo
para encontrar por la tarde comida.
Quiero acercarme de nuevo a la Palma
donde sentir el color de tu arte
o deslumbrarme a luz del Baluarte
sobre el vaivén de las olas en calma.
Pienso a su ritmo y pausado me llega
este soneto de gaita gallega.
Artesana, 2-3-13
La feria del caballo de Jeréz
Aírosos los caballos cartujanos
pasean del ferial hasta la plaza
el empaque perfecto de su raza
luciendo los enganches jerezanos.
Recorren el albero bullicioso
barrido por la ola de volantes
que fluye entre los puestos de feriantes
y en las casetas baila sin reposo.
Los trajes de gitana en remolino
agitan su perfecta sintonía
al ritmo de las tapas con el fino.
La feria es del color de la alegria,
en la mano, la copa de buen vino
y en los ojos, la luz de Andalucía.
Artesana, 28-4-12
La vendimia gaditana
Los racimos colgados de la viña
van ganando su punto más lozano
bajo el sol insistente del secano,
que madura su esencia en la campiña.
Llegada la agonía del verano,
es tiempo de vendimia y abundancia,
sobre el cesto rebosan de sustancia
las uvas del buen vino gaditano.
Todo el calor se volverá fragancia
al trasluz de este néctar exquisito
perfumado de brisa marinera
mientras el oro líquido se escancia
con el ceremonial de un viejo rito
para brindarle al mundo su solera.
Artesana, 10-911
La nieve y la sal
El paisaje hoy se ve minimalista,
no se siente ni el roce de un acorde
en la paz de este lienzo tan discorde,
al tiempo sin matiz y colorista.
Bajo el arco asombrado de mi vista,
desfila la pradera monocorde.
Me adentro suavemente hasta el reborde
de un mar de blanda espuma sin arista.
Al hollar la blancura inmaculada,
su tacto granulado me conmueve
y el rayo de un reflejo emocional
sitúa en otro tiempo mi mirada.
Absorta, rememoro ante la nieve
el blanco en mis esteros de la sal.
Artesana, 9-1-10
Carnaval de Cádiz
Suman al fondo romano
viejas esencias de Europa,
son como el vino y la copa
lo cristiano y lo pagano.
El carnaval veneciano
se despojó de su ropa,
dejó la corte a la popa
y se hizo gaditano.
Días de loca locura,
cura para la rutina
por plazoletas o bares,
disfrutando de la inquina,
mezcla de burla y ternura,
de los coros populares.
Artesana, 13-2-10
Sembrados al susurro del levante
salado de las costas gaditanas,
los rojos del geranio en las ventanas
agitan su mensaje penetrante.
El cielo de mi tierra, deslumbrante,
florece componiendo filigranas
de azules y caléndulas serranas
que marcan la derrota al navegante.
Se van entristecidas las gaviotas
al mar donde monótonos fulgores
añoran los matices de este olor.
Verán las maravillas más remotas,
mas nunca encontrarán sobre otras flores
la suma de su aroma y su color.
Artesana, 5-3-17
En la calleja
Las chirigotas cantan por la estrecha calleja,
mas detienen sus coplas enfrente del convento
donde tiene la virgen su humilde monumento
para aunar una salve delante de la reja.
Uno encomienda al hijo, el otro a su pareja...,
pues siempre hay quien se acerca a sus plantas sediento
de amparo ante la inquina, lo injusto y lo violento,
o a implorarle a los Cielos alivio de una queja.
Sus rotas voces suenan con mimo y embeleso,
atrás dejan las letras procaces, dando un giro,
y el carnaval florece de la Señora preso.
«¡Gaditana Bonita, con esta me retiro!»,
le dicen mientras brota de su tanguillo un beso;
y Ella, Carnavalera, musitará un suspiro.
Artesana, 3-2-16
..........................................
EN LA CALLEJA
Media noche. La luna a la calleja
enjabelga. La tapia de un convento
de una vera. Sobre ella, monumento
de soledá, un ciprés lanza á una reja
su sombra, en la que envuelta una pareja
consumiéndose. El mozo está sediento
y ella siente en los hierros el violento
batir del corazón. Cruza una queja
alada el aire y quiebra el embeleso
de los amantes. Vuela en roto giro
un murciélago. «No, me tienes preso!»
«Pues bien, adiós, mi Dios, ya me retiro!»
Rompe el silencio un redoblado beso;
luego unos pasos lentos y un suspiro.
Miguel de Unamuno
La tumba de agua y sal
La mar se hace recuerdo que en la memoria flota
guardada en los adentros, sentida gota a gota.
No es una sensación, es su cadencia externa
agitando mi sangre como una fuerza interna.
Sus olas a distancia me inundan la sustancia
con espuma de encajes y salitre fragancia,
penetran las rendijas de las evocaciones
y, maternales, llegan por sus ondulaciones
hasta los recovecos de cada pensamiento,
procurándome alivio, mas también, sufrimiento
porque sin la presencia de su fluir constante
se secan mis humores al cálido levante.
Mar de la blanca cuna, mar de eternas negruras,
que me va dirigiendo sin pausas ni premuras
del Cádiz del principio al Cádiz del final,
cuando los ríos lleven mis gastadas amuras
al muelle donde aguarda la tumba de agua y sal.
Artesana, 18-7-15
Cádiz
Con los recuerdos vienes,
con los años te alejas,
aunque, en cada paisaje,
quiero encontrar tu esencia.
Revivo tus azules,
los blancos o el turquesa
del mar que ha diluido
mis veinte primaveras.
Si las grises nostalgias
desatan sus mareas,
siento un rincón seguro
sobre tu fina arena.
A ti señala el viento
que da empuje a mis velas,
pues sabe que algún día
serás mi patria eterna,
cuando de la fortuna
se pare al fin la rueda,
y vuelva siendo polvo
al polvo de tu tierra.
Artesana, 18-7-14
El pueblo de Cádiz
El gaditano acoge amablemente
al forastero de intención afable,
pues su trato es sincero y complaciente
porque es de sentimientos amigable.
Es alto, enjuto, irónico, valiente,
da respeto y se siente respetable,
aunque todo lo sabe ver tintado
con la "guasa" que el tiempo le ha dejado.
La gaditana, que es inteligente,
guapa y fina, parece vulnerable,
mas no hay quien -ni tampoco quien lo intente-,
domine a esta mujer indomeñable
ni quien o por levante o por poniente
invada esta ciudad inexpugnable.
Aquel que por las malas lo ha intentado
se ha vuelto a su país descalabrado.
Artesana, 29-6-14
Recuerdos de Semana Santa
En los días lejanos del tiempo de la infancia,
cuando todo se graba por dentro y la Pasión
era palmas rizadas de ingenua devoción,
los lutos cuaresmales quedaban a distancia.
Recuerdo que hasta el viento medía su arrogancia,
fervoroso amainaba frente a la procesión
y, en tanto las horquillas pasaban con su son,
perfumaba a la Virgen de marina fragancia.
Hoy de nuevo la plata se hará mantón bordado,
caminará María mientras la luna irisa
la lágrimas dolientes de sus ojos serenos.
¡Ay, Cádiz!, calle Ancha varada en el pasado,
gaviota tierra adentro, me pierdo sin la brisa
que mece al sur los pasos de nuestros Nazarenos.
Artesana, 17-4-14
El escudo de San Fernando
Donde hay dunas, esteros y salinas;
allí, donde llegado del oriente
como el sol por las aguas cristalinas,
en busca de Gerión, el más valiente
hizo de fuerzas uso
cuando la tierra el paso le cortó,
y las columnas míticas alzó.
Allí donde del mundo el confín puso
y, abriendo dos peñones,
uniera mar con mar
separando del Hacho a Gibraltar;
allí está su castillo en San Fernando
y, con sus dos columnas ondeando,
el lema, "unión y fuerza", en los blasones.
Artesana, 21-12-13
Cádiz
Los sitios de la infancia
le ponen referencias a mi mundo:
La Camelia, El Anteojo y los helados
de Los Italianos. A distancia
aromas y sabores
de los felices días ya pasados,
pero nunca olvidados,
pues son luz de vivencias posteriores
como una llama eterna en duermevela
que quita de la vida los temores.
La imagen de los ojos de una niña,
nacida bajo el sol de la Victoria
y ungida con la sal del carnaval,
porque al fin las verdades de mi historia
son la letra vital
de mi propio camino,
cantadas por el coro del destino
entre las plazoletas de mi Cádiz.
Artesana, 15-10-13
Cádiz
Voy para Cádiz en talgo dormida,
sueño en el rico tocino de cielo,
dulce de yema con un caramelo
suave y untoso que a mí me encandila.
Llega el olor de la mar presentida
hasta las vías trayendo el revuelo
de las gaviotas buscando en el suelo
para encontrar por la tarde comida.
Quiero acercarme de nuevo a la Palma
donde sentir el color de tu arte
o deslumbrarme a luz del Baluarte
sobre el vaivén de las olas en calma.
Pienso a su ritmo y pausado me llega
este soneto de gaita gallega.
Artesana, 2-3-13
La feria del caballo de Jeréz
Aírosos los caballos cartujanos
pasean del ferial hasta la plaza
el empaque perfecto de su raza
luciendo los enganches jerezanos.
Recorren el albero bullicioso
barrido por la ola de volantes
que fluye entre los puestos de feriantes
y en las casetas baila sin reposo.
Los trajes de gitana en remolino
agitan su perfecta sintonía
al ritmo de las tapas con el fino.
La feria es del color de la alegria,
en la mano, la copa de buen vino
y en los ojos, la luz de Andalucía.
Artesana, 28-4-12
La vendimia gaditana
Los racimos colgados de la viña
van ganando su punto más lozano
bajo el sol insistente del secano,
que madura su esencia en la campiña.
Llegada la agonía del verano,
es tiempo de vendimia y abundancia,
sobre el cesto rebosan de sustancia
las uvas del buen vino gaditano.
Todo el calor se volverá fragancia
al trasluz de este néctar exquisito
perfumado de brisa marinera
mientras el oro líquido se escancia
con el ceremonial de un viejo rito
para brindarle al mundo su solera.
Artesana, 10-911
La nieve y la sal
El paisaje hoy se ve minimalista,
no se siente ni el roce de un acorde
en la paz de este lienzo tan discorde,
al tiempo sin matiz y colorista.
Bajo el arco asombrado de mi vista,
desfila la pradera monocorde.
Me adentro suavemente hasta el reborde
de un mar de blanda espuma sin arista.
Al hollar la blancura inmaculada,
su tacto granulado me conmueve
y el rayo de un reflejo emocional
sitúa en otro tiempo mi mirada.
Absorta, rememoro ante la nieve
el blanco en mis esteros de la sal.
Artesana, 9-1-10
Carnaval de Cádiz
Suman al fondo romano
viejas esencias de Europa,
son como el vino y la copa
lo cristiano y lo pagano.
El carnaval veneciano
se despojó de su ropa,
dejó la corte a la popa
y se hizo gaditano.
Días de loca locura,
cura para la rutina
por plazoletas o bares,
disfrutando de la inquina,
mezcla de burla y ternura,
de los coros populares.
Artesana, 13-2-10
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