La mujer valiente
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La mujer valiente
Con las bombas que tiran los fanfarrones
se hacen las gaditanas tirabuzones,
que las hembras cabales en esta tierra
cuando nacen ya vienen pidiendo guerra.
La mujer valiente
En Cádiz todas las niñas
cantan jugando en la plaza
que con bombas del francés
las mocitas gaditanas
se hacían tirabuzones
defendiendo la muralla.
Así lo entendió sin miedo,
asediada Zaragoza,
Agustina de Aragón,
flor de las virtudes patrias,
cuando se puso al cañón
para cubrir una baja;
se enfrentaron al gabacho
que su ciudad asediaba
igual que hizo en la Coruña
María Pita con la espada.
Hubo más señoras bravas:
La Campoamor, la Arenal,
de la libertad guardianas
y, por un sueño imposible,
la Pineda ajusticiada.
Todas dignas herederas
de la Isabel Castellana
que no paró hasta sacar
a los moros de Granada.
Luego en la terrible guerra
entre las tropas hermanas,
junto a las azules filas,
va Pilar abanderada
llevando el yugo y las flechas
de la enseña rojigualda,
y tras las estrellas rojas
desfiló la Pasionaria
con un grupo de valientes
compañeras milicianas.
Suerte que tuvo el Caudillo
de tener madre con casta
porque si naciera ahora
otro gallo le cantara,
que con las hembras de hoy
de sargento no pasaba.
Las que no tienen arrestos
dignidad, genio ni raza,
y tienen a sus maridos
pegaditos a sus faldas
mientras crían a los hijos
como unos tontos del haba,
las que ya no tienen raza
son las mujeres de España.
Artesana, 18-5-14
Como se dice en mi tierra: "Zin acritú"
se hacen las gaditanas tirabuzones,
que las hembras cabales en esta tierra
cuando nacen ya vienen pidiendo guerra.
La mujer valiente
En Cádiz todas las niñas
cantan jugando en la plaza
que con bombas del francés
las mocitas gaditanas
se hacían tirabuzones
defendiendo la muralla.
Así lo entendió sin miedo,
asediada Zaragoza,
Agustina de Aragón,
flor de las virtudes patrias,
cuando se puso al cañón
para cubrir una baja;
se enfrentaron al gabacho
que su ciudad asediaba
igual que hizo en la Coruña
María Pita con la espada.
Hubo más señoras bravas:
La Campoamor, la Arenal,
de la libertad guardianas
y, por un sueño imposible,
la Pineda ajusticiada.
Todas dignas herederas
de la Isabel Castellana
que no paró hasta sacar
a los moros de Granada.
Luego en la terrible guerra
entre las tropas hermanas,
junto a las azules filas,
va Pilar abanderada
llevando el yugo y las flechas
de la enseña rojigualda,
y tras las estrellas rojas
desfiló la Pasionaria
con un grupo de valientes
compañeras milicianas.
Suerte que tuvo el Caudillo
de tener madre con casta
porque si naciera ahora
otro gallo le cantara,
que con las hembras de hoy
de sargento no pasaba.
Las que no tienen arrestos
dignidad, genio ni raza,
y tienen a sus maridos
pegaditos a sus faldas
mientras crían a los hijos
como unos tontos del haba,
las que ya no tienen raza
son las mujeres de España.
Artesana, 18-5-14
Como se dice en mi tierra: "Zin acritú"
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